El mercado laboral está cambiando. Nuevas formas de trabajar, nuevas herramientas y nuevos enfoques han provocado que las demandas de las personas candidatas y empleadas hayan evolucionado. ¿Qué es lo que buscan los candidatos en una empresa del s.XXI? ¿Cuáles son las expectativas de los profesionales acerca de las empresas que los quieren contratar?
A medida que el mercado laboral continúa evolucionando, los candidatos están buscando cada vez más que las empresas ofrezcan beneficios significativos que vayan más allá de la compensación monetaria.
El dinero, a pesar de que sigue siendo un factor importante, ya no lo es todo y ahora las personas empiezan a priorizar otras cuestiones como las oportunidades de escalar puestos, seguir aprendiendo para convertirse en mejores profesionales, ser parte de un equipo con valores fuertes y sanos, o poder compaginar su tiempo en la compañía con la vida fuera de la oficina.
La flexibilidad laboral y el equilibrio entre la vida personal y profesional se han convertido en prioridades para los candidatos en la era post-pandémica. El teletrabajo, que se popularizó durante la pandemia, ha demostrado que es posible mantener la productividad sin estar físicamente en la oficina, proporcionando a los empleados más tiempo libre y flexibilidad para equilibrar sus responsabilidades laborales y personales.
Eso sí, flexibilidad no solo implica la posibilidad de trabajar desde casa, sino también la capacidad de ajustar los horarios de trabajo y tener autonomía sobre cómo y cuándo se realizan las tareas.
Cuando las empresas muestran respeto por el tiempo de los suyos y empoderan a los equipos fomentando la autogestión de tareas, la calidad de vida y la experiencia de empleado mejoran sustancialmente. Como consecuencia, mejora el bienestar, la motivación y la satisfacción de los miembros del equipo. Además, trabajar en mejores condiciones impulsa la productividad y, en definitiva, la rentabilidad global de toda la empresa.
La comunicación interna y la transparencia son aspectos fundamentales en la cultura de una organización y constituyen un factor decisivo para los candidatos en su proceso de búsqueda de empleo. Además, también juegan un papel crucial en la fidelización de talento y en la creación de un ambiente de trabajo enriquecedor y colaborativo.
En este sentido, los y las aspirantes buscan empresas que promuevan la participación activa de los suyos en la toma de decisiones lo que, inevitablemente, implica una comunicación fluida entre los diferentes niveles de la organización.
La transparencia en la información y en los procesos internos no solo mejora la confianza y la satisfacción de los empleados, sino que también fomenta un sentido de pertenencia y compromiso con la empresa, ya que las personas se sienten parte de un equipo que rema unido hacia una misma dirección.
La falta de oportunidades para ascender dentro de la empresa es una de las razones más comunes para cambiar de trabajo, y por eso precisamente también es una de las demandas más frecuentes de los candidatos.
Los programas de promoción interna son una respuesta efectiva a esta necesidad, evitando que las personas se sientan estancadas en un rol limitado que les impida desarrollar nuevas competencias.
Al fomentar el crecimiento de los miembros del equipo, las empresas pueden fidelizar a los empleados talentosos y motivados que ya están familiarizados con la cultura y los procedimientos de la empresa, lo que supone un importante ahorro de costes en cuestiones de periodo de adaptación.
Un enfoque que también puede mejorar la moral y el compromiso, ya que los colaboradores ven que la empresa valora su trabajo y está dispuesta a invertir en su desarrollo.
Además, estos programas de promoción interna pueden ayudar a las empresas a atraer talento de calidad. Al destacar los programas de promoción interna durante el proceso de contratación, las compañías atraerán el interés de los profesionales más ambiciosos y motivados para crecer y tener éxito en su campo.
Una pregunta muy habitual en las entrevistas de trabajo que nos hacen ahora los candidatos y candidatas es: “¿Qué programas de ayuda a la salud mental tiene la empresa?” o “¿Cómo se interesa la compañía por el bienestar de sus empleados?”
Pues bien, una de las formas en que las empresas pueden apoyar el bienestar de sus empleados es a través de programas especialmente diseñados para cubrir estas necesidades: clases de yoga, sesiones de mindfulness, programas de ejercicio o acceso a asesoramiento en salud mental.
Además, es importante que estos beneficios se extiendan a todos los empleados, independientemente de su ubicación o de si trabajan de forma remota o presencial.
Es cierto que esto puede requerir cierta flexibilidad y adaptabilidad por parte de la empresa, pero puede ser una forma efectiva de demostrar a los empleados que su bienestar es una prioridad, independientemente de dónde estén.
Este tipo de iniciativas no sólo ayudan a los empleados a manejar el estrés y mejorar su salud física y emocional, sino que también pueden aumentar su satisfacción laboral y su productividad al estar emocionalmente más sanos y fuertes.
En la gran "batalla" por el talento, la cultura corporativa emerge como un factor decisivo: los y las candidatos y candidatas buscan organizaciones que compartan sus valores y ofrezcan un sentido de propósito.
La cultura corporativa es el conjunto de valores, normas y creencias que definen el comportamiento de una organización y cómo ésta interactúa con sus empleados, clientes y la sociedad en general. Si la cultura es fuerte, esto se traduce en un lugar de trabajo donde los empleados tienen ganas de pertenecer.
Las organizaciones que promueven la inclusividad y la transparencia tienden a atraer a profesionales que valoran la autenticidad y la apertura. En un mundo donde cada vez más se espera que las empresas rindan cuentas y se comporten de manera ética, la transparencia puede ser un poderoso indicador de la integridad de una organización.
Además, al fomentar un ambiente inclusivo, las empresas demuestran que valoran la diversidad y la aportación de todas las personas, independientemente de su raza, género, edad, orientación sexual o antecedentes.
La filantropía también es un aspecto crucial de la cultura corporativa que puede atraer a los mejores candidatos. Las organizaciones que demuestran su compromiso con la sociedad, no solo contribuyen al bienestar de sus comunidades, sino que también dejan claras sus intenciones de asumir responsabilidades sociales y de dejar una huella positiva en el mundo.
El mercado laboral del siglo XXI está experimentando una evolución en las demandas y expectativas de los candidatos hacia las empresas.
Los aspirantes buscan beneficios priorizando la flexibilidad laboral y el equilibrio entre vida personal y profesional, oportunidades de ascenso, y una fuerte cultura de empresa que fomente la transparencia, la autogestión y la inclusividad.
Estas expectativas, orientadas hacia la mejora de la calidad de vida, el compromiso de la empresa y el desarrollo profesional, señalan un cambio hacia una visión más integral del trabajo.
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