Jordi Tovar, fundador y socio en Hub by Tovar y miembro asociado de AEBYS, comparte con nosotros un interesante artículo en el que analiza el impacto del entorno BANI y la rápida evolución de tecnologías como la IA, el Metaverso y la Realidad Aumentada en el ámbito empresarial.
Propone una reinvención del modelo de entrevistas, abogando por un enfoque más holístico y humanístico, centrado en decisiones conscientes y vivencias personales. Este nuevo enfoque incluye la evaluación de actividades extraprofesionales, la mutación del currículum vitae hacia la reflexión sobre errores y fracasos, y un análisis profundo del ciclo de vida profesional.
A continuación, podéis leer el texto completo:
Navegamos dominando el timón o con el agua al cuello, en el entorno BANI e incluso escenarios más complejos que se avecinan como la explosión en 2023 del mundo de la IA, o los anteriores y contemporáneos del Metaverso, la Realidad Aumentada, etc. No se trata solamente de una cuestión de tecnología, la cual se supone deberíamos dominar y no al revés, sino de una auténtica revolución a todos los niveles, también económico y socio-cultural, de la cual podríamos mencionar una mutación de valores, crisis demográfica e impacto intergeneracional.
La entrevista con millennials, y más concretamente con centennials, nos ha sacado, por no decir expulsado, de nuestra zona de confort, de unas técnicas aprendidas, practicadas y consolidadas durante años.
De todos modos, hoy la dificultad de entrevistar no es solo una cuestión generacional, sino también de otros factores que mencionábamos anteriormente; en esta nueva realidad, regresar al pasado para hacer un análisis riguroso de una situación y comportamiento y proyectarlo al futuro ya nonos parece lo más indicado.
Para desasosiego o estímulo, preparémonos para entender a los Alfa, considerados los nacidos desde 2010 hasta la actualidad, y que seguramente estaremos entrevistando en unos diez o doce años. Me pregunto cómo serán los oficios, los suyos y el nuestro, en 2036. Serán los hijos de los millennials y predecesores inmediatos de los “z”. ¿La realidad de la IA en manos de los z’s y alfa’s?
En este estado de la cuestión o nuevo orden, abogamos sin titubeos por un modelo de entrevistamás holística y humanística, no centrada tanto en comportamientos sino en decisiones y vivencias conscientes. En definitiva, un tránsito desde el cómo al qué y porqué, en cierto modo en la misma línea en la que la empresa ha alargado su sombra desde su misión a su propósito.
En nuestra opinión y práctica, revive la entrevista de perfil más biográfico y libre, muy poco estructurada, con las adaptaciones pertinentes, claro está, al tiempo que vivimos. Adquieren protagonismo:
Para identificar skills, valores y adecuación cultural. El mundo del deporte, la música, las artes escénicas, los voluntariados, viajes, etc., son minas en las que podemos encontrar auténtico oro en la Era del Propósito, así como en pertenencia y rol en asociaciones, actividades socio-culturales, evitando –por supuesto–cualquier prejuicio.
Muy frecuentemente nos hemos focalizado en estas cuestiones al tratar con juniors y nuestra propuesta es extenderlo hacia cualquier profesional en situación de valoración. Entendemos que pueda resultar polémico en un momento en el que sacralizamos la privacidad, sobre todo cuando la confundimos con la confidencialidad; seamos transparentes y acordemos el seeting con el entrevistado, observaremos que no es una mala praxis y que incluso se siente más cómodo. No se trata de enjuiciar si alguien es amante de la colombofilia, va de averiguar qué mueve al individuo a esta actividad, por qué le satisface, qué habilidades ha tenido que desarrollar para llevarla a la práctica, etc.
No importa que el entrevistador sea alérgico a las palomas. En un plano de trabajar para vivir y no vivir para trabajar, esta dimensión que proponemos es tan antigua como de absoluta vigencia.
Hay cuatro competencias que consideramos capitales en este momento y que en el escenario de futuro profesional que se nos ha planteado reflexionamos que podríamos extender a más de un 90 % del empleo: Era IA (medio) y Era Propósito (finalidad).
Nos referimos a learnability, pensamiento crítico, curiosidad intelectual y habilidades cognitivas.
Nuestra propuesta es que el entrevistado nos realice un cv no basado en logros y autovaloraciones (no excluyente), sino en errores, fracasos, desavenencias significativas, decisiones complejas o impopulares, decepciones, etc. ¿Hurgar en el cubo de la basura?... Bueno, depende de cómo se mire.
En primer lugar, es un ejercicio muy complicado, hay que ponerse en otro plano de mindset para realizarlo; la experiencia personal es muy enriquecedora según lo que nos han comunicado sin excepción todos los entrevistados que han realizado este ejercicio.
En segundo lugar, el análisis conjunto de esta cara oculta del cv nos da un guion de entrevista extraordinario para poner averiguar ¡¡qué aprendió!! Llenamos artículos y libros enteros sobre el error como base del aprendizaje, así que nos proponemos llevarlo al terreno curricular. No siempre es necesario utilizar este modelo, ni hay que aplicarlo sin un buen entrenamiento; también tiene su método, puede ser suicida si no es tratado desde un nivel experto.
De nuevo muy cerca de visión biográfica, tratar con el entrevistado del sentido del trabajo y su carrera como una extensión más de su desarrollo personal, dónde quiere estar, el lugar en el que puede ofrecer su mejor versión, qué quiere obtener, cómo se auto-percibe, qué le satisface realmente.
A riesgo de hoguera, pienso que cuando el entrevistado comparte bajo propuesta, pero libremente, su entorno personal y familiar con su entrevistador llegamos a un nivel de profundidad, trascendencia y complicidad que allana el interés compartido de seguir o apearse del proceso por propia decisión o por amable sugerencia.
En la medida en que no somos percibidos sólo como el brazo armado del cliente sino entrevistadores altamente profesionales y, en cierto modo, asesores de carrera, todo fluye y se llega más fácilmente a visiones compartidas. Es mucho lo que se pone en juego en una entrevista; todas las partes implicadas deben ser conscientes de su propia responsabilidad, sobre todo con uno mismo y con generosidad y fair play con los demás.
Buscar una nueva forma de entrevistar no necesita una gran innovación ni inventiva, incluso podemos acudir a recursos en desuso, pero que pueden ser muy útiles. Al fin y al cabo, seguimos leyendo a Sócrates y a Marco Aurelio.
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