En el complejo mundo de la atracción y búsqueda de talento, una de las situaciones más delicadas es la de abordar las expectativas salariales de las personas candidatas.
Y es que, a menudo, los y las aspirantes suelen tener un ideal que no se ajusta a los límites presupuestarios de la empresa, lo cual supone un hándicap a la hora de contratar talento.
¿Qué hacer si lo que piden los candidatos y candidatas no está alineado con las necesidades reales de la empresa?
En este artículo, vamos a darte unos cuantos consejos útiles y efectivos para manejar esta situación, manteniendo un ambiente cordial y profesional en el proceso de selección.
¡Sigue leyendo!
Uno de los primeros pasos para evitar malentendidos en cuanto al salario es ser transparente desde el inicio:
Incluye información salarial en la oferta de empleo: Sabemos que esta no es una opción muy popular. Pero proporcionar un rango salarial realista y basado en el mercado, para que los candidatos/as sepan qué esperar desde el momento en el que leen la oferta, despejará dudas y evitará sorpresas.
Aborda el tema del salario en las primeras entrevistas: no esperes a hacer esta pregunta en la entrevista presencial. En vez de eso, haz preguntas abiertas sobre las expectativas salariales desde la primera entrevista telefónica y comparte el rango que maneja la empresa con total honestidad y transparencia.
Es esencial comprender que no todos los candidatos/as buscan lo mismo. Además del salario, hay factores como el crecimiento profesional, el equilibrio entre la vida laboral y personal o los beneficios adicionales que pueden ser igual de importantes, y que pueden jugar a tu favor a la hora de establecer la negociación.
Identifica las prioridades: pregunta a los aspirantes qué valoran más en un empleo y cuáles son sus metas profesionales a corto y largo plazo.
Sé flexible en la negociación: si el salario es un factor decisivo, analiza la posibilidad de ofrecer otros incentivos no monetarios, como días de vacaciones adicionales, horarios flexibles o acceso a programas de formación. El salario emocional es un componente que no podemos dejar de lado, e introducirlo en la conversación puede facilitar una respuesta positiva por parte de los profesionales.
Para manejar adecuadamente las expectativas salariales, es crucial conocer el mercado del perfil y sector concreto que estás buscando, así como cuál es la política salarial de tu empresa o la de tu cliente:
Realiza investigaciones de benchmarking: analiza los salarios promedio para puestos similares en la industria y región en cuestión, considerando factores como la experiencia y las habilidades requeridas.
Revisa la estructura salarial de tu empresa: asegúrate de que los salarios ofrecidos sean justos y atractivos, adaptándose a una óptima equidad interna y competitividad externa.
La comunicación es clave al abordar las expectativas salariales. Adopta un enfoque comprensivo, claro y asertivo al explicar las razones detrás de la oferta salarial:
Explica el razonamiento: si no puedes cumplir con las expectativas del candidato/a, comunica de manera abierta y honesta las razones. Estas pueden ser por limitaciones en el presupuesto, políticas internas o que podrían surgir comparaciones con empleados actuales que generasen un mal clima laboral.
Escucha activamente: es importante que dejes hablar al candidato/a para que pueda expresar sus inquietudes y necesidades. Una vez conozcas sus prioridades, busca un punto medio para llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes.
Negocia con empatía: muestra comprensión y respeto hacia las expectativas del candidato, incluso si estas no son realistas. Si el candidato/a con el que estás negociando es realmente el adecuado para el puesto, deberías hacer un esfuerzo genuino por encontrar una solución que se ajuste a sus necesidades y las de la empresa.
A veces, puede que no se llegue a un acuerdo en cuanto al salario, y es importante saber cuándo es momento ser flexible, o de parar la negociación:
Establece límites claros: define, sin dejar lugar a ambigüedades, hasta qué punto está la empresa dispuesta a ceder en el trato, teniendo en cuenta los recursos y las prioridades del candidato o candidata.
Acepta la situación: si, tras muchas negociaciones, no se puede llegar a un acuerdo, agradece al candidato/a su tiempo y esfuerzo, y comunica de manera amable y profesional que no podrá continuar con el proceso.
Manejar las expectativas salariales de los candidatos puede ser un desafío. Aunque si sigues estos consejos, podrás abordar el tema de manera efectiva y justa.
La transparencia, la empatía y la comunicación son fundamentales en este proceso, y asegurarán que tanto la empresa como el candidato o la candidata queden satisfechos para no cerrar las puertas a oportunidades futuras.
Recuerda que lo más importante es encontrar un equilibrio entre lo que buscan los aspirantes y lo que necesita tu organización, y generar una relación laboral basada en la confianza y la satisfacción mutua es esencial para que este tipo de negociaciones salgan adelante.
Ahora, que ya sabes cómo lidiar con este tipo de conversaciones durante los procesos de búsqueda, ¡solo nos queda desearte buena suerte en tus futuras negociaciones!
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