La diversidad intergeneracional no es una tendencia, es una realidad. Numerosas empresas están formadas por equipos cuyos integrantes han nacido en diferentes épocas y cuyas experiencias han marcado su forma de ver la vida y el trabajo.
Es por eso que gestionar la convivencia entre Baby Boomers, Generación X, Millennials y, Generación Z, los últimos en subirse al carro del mercado laboral, puede resultar complicada para algunas personas, y acaban cometiendo el error de dejar de lado a alguno de los colectivos más jóvenes o más seniors.
Sin embargo, no podemos obviar los beneficios de contar con una plantilla caracterizada por la diversidad en cuestión de edad.
A continuación, te mostramos algunas de las ventajas:
Con cada generación se manifiestan diferentes actitudes, pensamientos, opiniones, actuaciones y puntos de vista. Un crisol de diversidad que favorece el crecimiento y la evolución del negocio y que se puede notar a través de sus ventajas:
Los diferentes conocimientos y experiencias compartidas aumentan las oportunidades de enriquecimiento y aprendizaje personal y profesional.
Debido a lo anterior, los equipos son más creativos, eficientes y también tienen un mejor desempeño.
Aumenta la capacidad de dar un servicio transversal, mejorando la calidad y la experiencia tanto de empleados como de clientes.
Contribuye a derribar mitos y creencias populares, promoviendo la tolerancia, la empatía y el respeto.
La proyección de una imagen de marca con una cultura y unos valores positivos favorecen el engagement de clientes, inversores y accionistas.
Pese a todas las ventajas, muchos directivos reconocen que liderar un equipo compuesto por empleados de hasta cuatro generaciones distintas es todo un desafío.
La comunicación es uno de los aspectos que más dificultades conlleva, pues hay que ser consciente de que cada generación es diferente y hay que dirigirse a ellos adaptando el discurso a sus necesidades y expectativas.
De la misma manera que no hay dos personas iguales, si queremos triunfar en el liderazgo intergeneracional, necesitamos conocer qué es lo que busca cada grupo en la empresa, cuáles son sus motivaciones y qué es lo que les vincula con la organización.
Una tarea que se vuelve más sencilla si ponemos en acción las siguientes buenas prácticas:
Crear un mapa generacional. A través de empleados en representación de su grupo generacional para poner en común intereses y perspectivas que mejoren el trabajo diario y la gestión del talento por parte de RRHH.
Diseñar de estrategias de mentoría. Donde trabajadores de distintas generaciones cooperen entre sí como instancia clave de aprendizaje mutuo y cada persona pueda aportar lo mejor de su grupo de edad: Baby Boomers enseñar sobre compromiso, Generación X habilidades sociales, Millennials flexibilidad, Gencers nuevas tecnologías...
Fomentar una conciencia del capital humano. Donde cada empleadx, más allá de sus limitaciones generacionales, comprenda sus capacidades específicas que pueden ayudar al equipo a resolver cuestiones puntuales sobre ese tema, convirtiéndolo en un recurso indispensable y en un elemento diferenciador.
Adaptar la política retributiva. En lo que a compensación y beneficios se refiere, cada generación prefiere un sistema distinto: mientras que los más mayores siguen prefiriendo retribuciones dinerarias, los más jóvenes son más felices con más días de vacaciones y una mayor flexibilidad laboral.
Planes de crecimiento a medida. Para los más antiguos se debe poner énfasis en aspectos como la estabilidad y seguridad laboral, reputación y calidad del liderazgo; para la Generación X en factores como diversificación lateral de carrera, oportunidades de desarrollo y calidad de las relaciones laborales; y para la Generación Y en programas de desarrollo acelerado, balance vida-trabajo, trabajo significativo, acceso a tecnología y herramientas actualizadas.
Programar actividades de TeamBuilding. Con las que los participantes conocerse los unos a los otros en mayor profundidad y así fomentar las relaciones interpersonales entre las distintas generaciones basadas en la confianza y el respeto mutuo.
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