Si en tu día a día trabajas en la gestión de contrataciones, es posible que en más de una ocasión te hayas encontrado en esta situación: el proceso de selección ha sido extenso, y ahora te encuentras con varios candidatos excepcionales  luchando por un único puesto en tu empresa. ¿Qué hacer en estos casos?

En este artículo vamos a revisar algunas estrategias efectivas para enfrentar este desafío y tomar la mejor decisión.

La importancia de analizar a fondo las habilidades y competencias

Cuando tienes varios candidatos o candidatas sobresalientes, es fundamental profundizar  en sus habilidades y competencias para identificar cuál encaja mejor con el rol específico y la cultura de la empresa.

Algunos consejos para analizar a fondo a las candidaturas incluyen:

1. ¿En qué se diferencian?: Revisa minuciosamente cada currículum y carta de presentación en busca de habilidades técnicas y blandas que destaquen entre las demás.
2. ¿Qué han conseguido?: Ten en cuenta los hitos logrados y cómo podrían aplicarse a los desafíos futuros de la empresa.
3. ¿Cómo se presentan?: Presta atención a sus habilidades de comunicación y capacidad para trabajar en equipo, ya que estas competencias son fundamentales en cualquier entorno laboral.

Profundizar en la entrevista y realizar pruebas de habilidades

En cualquier proceso de búsqueda y selección, la entrevista laboral es la herramienta que más información nos proporciona acerca de las aptitudes de las candidaturas. Siempre es importante prestar atención a los detalles, pero ante candidatos/as que están en una fuerte competición, esta atención se debe maximizar.

En este sentido, es aconsejable plantear preguntas abiertas y situacionales que permitan a los y las aspirantes demostrar su capacidad para pensar de manera crítica y resolver problemas.

Además, también es recomendable acompañar las entrevistas con pruebas técnicas  específicas para evaluar cómo se desempeñarían ante los retos diarios a los que se deberán enfrentar en su nuevo puesto de trabajo.

Otra alternativa es la realización de evaluaciones de personalidad, con las que podremos obtener una perspectiva más amplia sobre cómo sería su ajuste a la cultura y filosofía de la compañía.

Consultar referencias y opiniones de otros miembros del equipo

Las referencias son un recurso muy valioso que no podemos desaprovechar, ya que pueden proporcionarnos información sobre cómo un candidato/a ha trabajado en  el pasado y su desempeño en roles anteriores.

Si aún así tienes dificultades para tomar una decisión, involucrar a otros miembros del equipo en el proceso de selección puede ser una gran ventaja. A través de su feedback, lograrás obtener una visión más completa y, al mismo tiempo, fomentarás su sentido de pertenencia y compromiso con las decisiones de la organización.

Enfócate en el potencial a largo plazo y la adaptabilidad

Otro aspecto a tener en cuenta cuando varios candidatos altamente cualificados compiten por un puesto, es su potencial a largo plazo y su capacidad para  adaptarse a cambios y desafíos futuros. 

Puede que en el presente la idoneidad de las candidaturas esté muy ajustada, pero eso no significa que el potencial a futuro sea el mismo.

Analiza cada uno de los perfiles y pregúntate:

1. ¿Este candidato/a tiene habilidades transferibles que podrían       aplicarse a diferentes roles dentro de la empresa?
2. ¿Cuál es su capacidad para aprender y desarrollarse profesionalmente?
3. ¿Cómo se ha adaptado a situaciones de cambio en el pasado?

La importancia de la intuición y la conexión personal

Si con los datos objetivos en la mano, no hay nada que pueda distinguir a un candidato/a de otro para el puesto, solo nos queda tirar de instinto.

Aunque puede ser difícil, a veces es necesario confiar en tu intuición y en la conexión  personal que hayas establecido con los candidatos y candidatas durante el proceso de selección. El famoso “feeling”.

Ten en cuenta factores como la  actitud, la ética de trabajo y el entusiasmo, que pueden ser indicadores clave del éxito en el rol y la empresa. Muchas veces, lo que decide el “match” entre un profesional y el puesto es cómo nos ha hecho sentir durante el proceso de selección.

Toma una decisión y no te lamentes

Una vez que hayas seguido estos pasos y reunido toda la información relevante, es momento de tomar una decisión.

Asegúrate de comunicar de manera efectiva y transparente a todas las candidaturas, tanto a las personas seleccionadas como a las  no seleccionadas, el resultado del proceso. Y, por supuesto, no olvides compartir tu feedback para que puedan entender el resultado de la decisión.

Es importante que, una vez dado el paso, no te lamentes por las elecciones que  no pudiste tomar. En vez de eso, enfócate en apoyar y desarrollar al talento seleccionado para sacar el máximo provecho de su potencial.

Mantén la puerta abierta a futuras oportunidades

¿Y qué pasa con los candidatos/as que no han sido seleccionados?

Aunque solo puedas contratar a uno de ellos en ese momento, es importante mantener la puerta abierta a futuras oportunidades. Por lo tanto, asegúrate de mantener contacto con aquellos perfiles que se hayan quedado fuera del proceso, ya que podrían ser una excelente opción para futuros roles o proyectos en la  empresa.

Y recuerda, no hay una fórmula mágica para tomar la decisión perfecta en estas situaciones. Sin embargo, con la ayuda de estos consejos, esperamos que aumentes las posibilidades de elegir a la persona más adecuada para tu empresa.