ÉTICA, CALIDAD Y PROFESIONALIDAD EN LA ATRACCIÓN DEL TALENTO

La inteligencia artificial generativa ya forma parte del día a día de muchos equipos de selección. Pero una cosa es integrarla con criterio y otra, confiarle tareas que aún exigen juicio humano. 

¿Qué actividades puedes automatizar de forma segura y cuáles conviene seguir gestionando tú?



La Inteligencia Artificial ya es una realidad que está transformando, en tiempo real, cómo contratamos, evaluamos y lideramos equipos. Pero… ¿lo estamos haciendo bien? ¿Estamos aprovechando su potencial o simplemente repitiendo errores antiguos con herramientas nuevas?



La mayoría de procesos de selección para puestos de liderazgo se enfocan en la experiencia, el conocimiento técnico y la capacidad de tomar decisiones. Todo eso importa, sí. Pero cada vez es más evidente que hay algo más que marca la diferencia entre un buen líder y uno que realmente transforma el equipo: la inteligencia emocional.



La línea entre el compromiso y el agotamiento nunca ha sido tan difusa. Hoy, tus empleados no desconectan. No porque no quieran, sino porque la cultura digital ha tejido una red de conexión permanente. Y la llegada imparable de la Inteligencia Artificial solo añade más presión.


Desde primeros del año pasado, como la imprevisión de un tsunami, nos invade la ola descomunal de la Inteligencia Artificial, de noticia diaria y progresión exponencial. Como un gran desconocido penetra en nuestras casas y oficios, con una mayor rapidez que Internet en 1989. Pasados 35 años seguimos asombrándonos de lo que podemos llegar a hacer y, bajo un prisma crítico, de lo que somos capaces de seguir sin hacer, pasivos, aunque el mundo parece desvanecerse.


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