El Employer Branding, la imagen de una organización como lugar de trabajo, es vital en el competitivo mundo empresarial actual.
Entre otras cosas, ayuda a atraer y retener el talento, impulsando la productividad y minimizando la rotación de personal. Además, una marca empleadora sólida mejora la reputación general de la empresa, generando una percepción favorable entre clientes, inversores y el público en general.