ÉTICA, CALIDAD Y PROFESIONALIDAD EN LA ATRACCIÓN DEL TALENTO

Hace no tanto, la entrevista de trabajo era un examen unilateral: la empresa preguntaba, el candidato respondía. ¿Quién eres? ¿Qué experiencia tienes? ¿Por qué quieres este puesto? Y listo.

Pero eso ya es historia.

Hoy, sobre todo si hablamos de la Generación Z, las tornas han cambiado. Ahora son ellos quienes también te están evaluando a ti, incluso antes de que crucen la puerta o enciendan la cámara de Zoom.


Dejarte seducir únicamente por los porcentajes de diversidad es como construir una casa impresionante sobre cimientos inestables: tarde o temprano, se derrumbará.


El trabajo no siempre es fácil. Plazos ajustados, conflictos entre equipos, clientes exigentes y decisiones complicadas forman parte del día a día en cualquier empresa. Y si trabajas en RRHH, sabes que gestionar talento también significa lidiar con los problemas de los demás, expectativas y momentos de alta tensión.


A la hora de realizar un proceso de selección, debemos elegir la mejor estrategia, aquella que se adapte a lo que la empresa necesita en ese momento. Existen muchas maneras de priorizar qué candidaturas son las más adecuadas, y una de ellas es a través de la selección por valores.



Uno de los criterios con más peso a la hora de tomar una decisión en un proceso de selección de candidatos es el que se conoce como cultural fit.  Contar con candidatos alineados con los valores y la cultura es un plus para las empresas, pues el periodo de adaptación de los recién incorporados a las dinámicas de la organización es mucho más rápido y efectivo. 


Modificar cookies